martes, 11 de noviembre de 2014

Adquiriendo hábitos de sueño (con paciencia)

No se como os irá con el sueño de los niños, desde luego que antes de que llegaran nadie nos dice que tendríamos tantas dudas respecto a cosas que nunca nos habíamos planteado antes, al menos yo, como por ejemplo, lo que tardo en dormirme cuando me acuesto, mi sueño, mis necesidades...
Yo me acuesto y a veces me duermo un poco más tarde, otras más temprano, pero no me planteaba nada!

Ahora todo es cuestionable.

El sueño de Dani ha experimentado algunos cambios desde su nacimiento.Vamos pasando por diferentes etapas.

Cuando nació, aunque yo lo ponía en su cunita a mi lado, la mayoría de días terminaba durmiendo sobre mi pecho, la gente me decía si me daba miedo y la verdad es que no, encontramos una posición perfecta para ambos y más tarde, agregamos el bendito cojín de lactancia (lo adoro y de hecho lo seguimos usando, a pesar de que lo tenemos espachurrao ya).

Dependiendo de sus necesidades dormía en un sitio o en otro, yo me dejaba llevar, así durante muchos meses. Sin darme cuenta, pasó a dormir directamente en nuestra cama y los tres tan felices con nuestro pequeño en el centro, recibiendo amor por los cuatro costados. 

Así llegó a los 20-21 meses y de repente el colecho ya no era tan cómodo, igual se tiraba sobre mi cabeza o me tiraba su brazo sobre mi nariz, ya nos daba una patada, ya se ponía transversal,  ya nos daba un puñetazo, en fin, no podíamos dormir!!! Ninguno de los tres descansábamos bien, así que fue cuando intenté trasladarlo al cuarto que tenía destinado para él, podéis ver la historia en esta entrada y al final terminé adaptando el que a él le gustaba. 

Nosotros siempre nos hemos acostado con él hasta que se duerme, y en su cuarto no fue diferente, todas las noches nos teníamos que meter en la cama con él, una o 2 horas, así cuando él se dormía, ya no te daba tiempo de hacer nada más, a veces se hacía más llevadero y otras, no tanto, pero seguíamos, afrontando el proceso de sueño de nuestro pequeño.

Para nosotros es impensable dejar a nuestro hijo llorando, nunca lo haríamos, se me hace eterno si llora medio minuto, así que para nada... pero esa es nuestra forma, cada uno debe ser consecuente consigo mismo.

Al cumplir los 2 años en mayo, hubo un cambio brutal en su hábito de sueño, un día después de leerle su cuento, le dije: "buenas noche cariño, duerme tranquilito, mamá y papá están aquí al lado cuando nos necesites, te quiero" y me fui de la habitación. Cogí la cámara de vigilancia y esperé por si se levantaba o si necesitaba algo, y no se movió!! Así un día tras otro!!! Yo estaba completamente alucinada!! Sin darnos cuenta, nuestro hijo se dormía sólo!

Nos fuimos a veranear a la playa y allí duerme en nuestra habitación, así que cuando llegamos de nuevo a casa, ¿sabéis lo que pasó, verdad? Pues que dimos un paso atrás y tuvimos que empezar a acostarnos en la cama de nuevo con él!! Sólo nos quedaba aceptarlo, bueno más bien a mi, porque a la hora de dormir al peque, soy yo "casi siempre", la que lo acuesta (Ahora estamos empezando a meter a papi un poco más)

La cuestión es que lo conseguimos de nuevo! Jugamos un ratito, leemos uno o dos cuentos y a dormir!! Yujuuuu..... así hasta hace 3 días....:(((

No se que ha pasado, pero ahora necesita que me quede en la habitación y si ve que me he ido, se levanta y me llama, como si tuviera miedo.

Ayer me subí antes de cenar, eran las 21.30 y yo pensaba estar cenando a las 22.00, pero me iba y lloraba, tenía que volver, le cantaba, me iba, lloraba, volvía lo cogía, lo abrazada y le contaba alguna historia, me iba y volvía a llorar!!! ay!!! De repente me sentía prisionera!! No podía salir de la habitación y llevaba ya como una hora y media para que se durmiera!! 

Yo misma me tranquilizaba interiormente pensando "le pasará algo, quizás me necesite ahora, tengo que entenderlo, es muy pequeño, no puede dormirse...."

Al final logré salir cuando se durmió y eran las 23.30, ya sin hambre ni nada, me acosté directamente porque estaba un poco enfadailla, ni siquiera se por qué.

La verdad que así es nuestro momento, hay que aceptarlo porque no hay más, unos días no le importa dormirse solo y otros, nos necesita a su lado. Me encanta contarle un cuento, me encanta arroparlo y estar presente, pero reconozco que a veces, necesito acostarlo tranquilo y poder volver, aunque sea un ratito, a otras actividades. 

Tengo claro que cuando somos padres tenemos que trabajar taaaanto en nosotros mismos, desarrollando una paciencia y una profunda empatía con nuestros hijos para no enfadarnos, para no sentir en algunos momentos que podemos estar haciendo algo mal, para no frustrarnos, para no tener la sensación de estar quejándonos, para no gritar..!! Desde luego que estoy convencida de que eso se consigue con el profundo amor que sentimos hacía ellos, con la ilusión de acompañarlos en su camino, con la esperanza de que nuestro esfuerzo les haga felices, seguros, mejores personas, independientes y un largo etcétera lleno de buenos deseos para nuestros chiquitines.

Y vosotr@s como afrontáis las variaciones que sufren? Tenéis algún truco y/o consejo??


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar!!